Por la cabeza de Josep Maria Bartomeu no pasa la posibilidad de abandonar el cargo de presidente del Barça. Está imputado, y a lo largo de la historia del club nadie había estado al mando en dicha situación, pero el mandatario catalán está dispuesto a seguir al pie del cañón hasta las elecciones. A las mismas se volverá a presentar, algo que desde luego sorprende a propios y extraños teniendo en cuenta que primero deberá resolver sus problemas con la Justicia.
Baile de cifras
El fichaje de Neymar se les fue de las manos. Sandro Rosell, que ya dimitió la temporada pasada, está también imputado. Los dos tendrán que declarar ante el juez el próximo viernes 13 por fraude fiscal. Dejaron de declarar una cantidad por el traspaso y ahora se les reclama 2,8 millones de euros.
Bartomeu sigue defendiendo que el brasileño costó 57 millones de euros, pero por lo visto costó casi 100. Hubo comisiones y tejemanejes que burlaron los impuestos, pero poco a poco lo vamos conociendo todo y es evidente que alguien tendrá que asumir responsabilidades. Se habla de pacto para cerrar el asunto, pero en ningún caso van a reconocer que hicieron las cosas mal.
Malas gestiones
En el Camp Nou creen que hay una mano negra detrás de todo esto. Creen que a determinados poderes del Estado no les ha gustado que Neymar prefiriera venir al Barça antes que al Madrid. Sea como sea, parece claro que han obrado mal y ahora tendrán que pagar por ello. A nivel deportivo les va muy bien porque el ’10’ de la canarinha está brillando como nunca, pero a nivel administrativo lo están haciendo francamente mal. Primero por el tema de los fichajes de jóvenes jugadores que les ha costado una sanción de la FIFA, y ahora por este affaire que puede acabar con importantes sanciones a nivel institucional y personal. Y es que la ley está para cumplirla…