En el rostro de Marc Bartra se dibuja la felicidad absoluta. La felicidad que se ha ganado un chico de la cantera para quedarse en una de las plantillas más poderosas de todos los tiempos. Parece fácil, pero no lo es. Todo lo contrario. Por el camino se han quedado muchos, como su ex compañero y amigo Marc Muniesa, que ahora se gana las garrofas en el Stoke City, donde apenas está jugando.
Renovación merecidísima
El de Sant Jaume dels Domenys continuará en el club que le fichó cuando tenía 11 años y jugaba en el Espanyol. Su contrato terminaba el 30 de junio de 2014, pero ahora no expirará hasta el 30 de junio de 2017. Cobrará más (no sabemos la cifra exacta) y su cláusula de rescisión subirá hasta los 25 millones de euros. Era lo más lógico.
El Tata empieza a creer en él…
La temporada pasada tuvo pocas oportunidades y no se confiaba demasiado en él, pero un gran Europeo Sub-21 y la llegada del Tata Martino a Can Barça lo cambió todo. Jugó porque casi todos los centrales estaban lesionados. Ajeno a lo que se cocía en los despachos sobre un hipotético fichaje, Bartra le puso lo que le tenía que poner y mantuvo su cabeza fría, que en estos casos suele ser lo más complicado.
… pero ficharán a otro central de todas formas
A pesar de los pesares, es muy probable que llegue un central en breve. Si no es en el mercado de invierno será el próximo verano. Carles Puyol no se recupera de sus problemas físicos, Gerard Piqué no está rindiendo al mismo nivel que en años anteriores y Javier Mascherano no se siente cómodo jugando de central. David Luiz suena con fuerza, aunque la grada del Camp Nou tiene claro quién es su hombre: Marc Bartra.