Éver Banega sufrió este fin de semana uno de esos accidentes que le puede ocurrir a cualquier ser humano. El centrocampista del Valencia se rompió la tibia y el peroné en una gasolinera cercana a los campos de entrenamiento del Valencia por olvidar poner el freno de mano de su coche. Trató de detenerlo con el pie y se produjo la desgracia. Ahora estará como mínimo 6 meses de baja. Seguro que Unai Emery le echará de menos.