Ayer arrancaron las rondas clasificatorias para el Mundial de Rusia que se disputará en 2018, uno de los que se supone que fueron otorgados tras un proceso de votaciones salpicado por la corrupción. España debutará esta noche ante Liechtenstein en el Reino de León, donde no debería tener demasiados problemas para deshacerse de una de las selecciones más débiles del viejo continente.
El balón adidas que rodará sobre el césped del estadio leonés será el que puedes ver en la única imagen que ilustra este artículo.
En la línea de la Eurocopa
Estamos hablando de una pelota muy moderna que incorpora los mismos avances que ya pudimos ver en Beau Jeu y Fracas, las dos con las que se jugó la pasada Eurocopa de Francia. La primera se utilizó en la fase de grupos y la segunda en la fase eliminatoria. Imagino que las novedades tecnológicas se las reservan para cuando llegue el Mundial.
El color elegido es el rojo, que según adidas sirve para «demostrar la emoción que sienten los fans al llegar a las gradas». Es la típica frase que se cuece en un departamento de marketing tras varias jornadas debatiendo sobre cómo es conveniente definirlo. Además, han añadido que «rinde homenaje a la adrenalina que los aficionados experimentan cuando va a comenzar el partido».
Hay que destacar que también incluye el nuevo logo en forma de corazón, que al tener detalles en rojo y negro simboliza el latido del corazón de esos aficionados que no se van a perder ni un minuto de la fase clasificatoria.
Por ahora no lo he visto en la página web de adidas, pero no debería tardar en aparecer tanto en la tienda online como en las tiendas físicas de la marca alemana.