José Mari Bakero acaba de ser destituido como entrenador del Polonia Varsovia. Pese a que los resultados del equipo no estaban siendo malos, la derrota del domingo en casa ante el Korona Kielce por 1-3 desencadenó una decisión que algunos ya se temían. Así las cosas, se marcha después de estar sentado en el banquillo sólo 5 partidos, en los que había obtenido tres victorias, un empate y una derrota.
Es de extrañar que un entrenador que coloca a su equipo en la tercera posición en la quinta jornada se tenga que marchar. Sin embargo, las malas relaciones con el presidente, el magnate Józef Wojciechowski, le ha dejado en el paro después de que se incorporara el año pasado, concretamente en el mes de noviembre.
Bakero ha hecho todo lo posible por imponer su estilo de juego y su personalidad. No ha hecho caso de las propuestas del presidente para hacer cambios en la alineación y se ha tenido que marchar. Desgraciadamente, esto sucede más de lo deseado en el mundo del fútbol, sobre todo en clubes que está presididos por entrenadores que disfrutan echando entrenadores. ¿El próximo será López Caro?