La selección francesa ha sacado su billete para el Mundial de Sudáfrica con mucha injusticia, y no sólo lo decimos por el gol decisivo, sino también por el mal juego que han desplegado en un Saint-Denis repleto. Gallas firmó en la prórroga el 1-1 que da la clasificación a los suyos previa mano clamorosa de Thierry Henry.

Francia salió excesivamente relajada con el 0-1 conseguido en la ida. Nicolas Anelka había dado mucha tranquilidad con su gol y nadie pensaba que hoy iba a ser un partido duro. Sin embargo, los irlandeses salieron sin miedo a nada, pues tenían mucho que ganar y poco que perder.

El gran Robbie Keane adelantó a los británicos con un buen gol en el minuto 33. A partir de ahí los franceses se fueron al ataque con más decisión y eso creó muchos espacios que casi aprovechan los irlandeses. Robbie Keane volvió a gozar de una gran ocasión. Regateó al meta Lloris pero el balón le quedó demasiado largo para poder finalizar con éxito.

Inevitablemente se llegó a la prórroga, un tiempo extra que se vivía con mucho miedo por parte de ambas selecciones. Francia hizo un poco más para lograr el gol y este finalmente llegó, aunque de una forma muy injusta. Thierry Henry se acomodó un balón con la mano y lo dejó en bandeja para que Gallas hiciera el 1-1 que puso el estadio patas arriba. Los irlandeses se iban a casa con la rabia después de haber sido robados y los franceses disfrutaban de una clasificación que no se veía nada clara desde el minuto 33.