Fue bonito mientras duró. Eso mismo es lo que debe pensar Pierre Emerick Aubameyang de su corta etapa en el Barça, en la que se sintió muy cómodo y recuperó esas sensaciones futbolísticas que había perdido por completo en el Arsenal.
El delantero centro gabonés se ha comprometido con el gran rival londinense. Ha firmado por el Chelsea a pesar de que tenía contrato con los catalanes hasta el 30 de junio de 2025. Xavi Hernández quería quedarse con él, pero el club se ha visto obligado a buscarle una salida para cuadrar los números, sobre todo tras el fiasco del traspaso de Memphis Depay, que no ha fichado por la Juventus como parecía que iba a suceder.
Tuchel ha sido su gran valedor
Aunque en un principio Aubameyang rechazó marcharse al Chelsea, ha sido consciente de que no le quedaba otra. A sus 33 años, y tras los 13 goles que llegó a marcar en 23 partidos, regresa a la Premier League para demostrar que todavía puede ser un jugador muy válido, aunque lo hace a sabiendas de que lo tendrá muy difícil para ser titular con Raheem Sterling y Kai Havertz como dueños de la delantera de los ‘blues’.
Thomas Tuchel ha insistido en su fichaje porque quiere tener fondo de armario. Además, creo que le viene muy bien al estilo de juego de su equipo, ya que se caracterizan por contraataques eléctricos en los que Aubameyang puede convertirse en el ejecutor perfecto.
Para terminar, decir que el Barça se embolsa 12 millones de euros en concepto de traspaso, algo que sin duda alguna le viene muy bien para cumplir con los requisitos de masa salarial. ¿La parte negativa? Que echarán de menos su amplia sonrisa, esa que siempre viene bien en cualquier vestuario.