Por desgracia los jugadores de fútbol no siempre son un ejemplo para los niños. De hecho, diría que muchas veces son todo lo contrario. Y si no que se lo pregunten a Sergio Araujo, que tras ser pillado en un control de alcoholemia decidió irse tranquilo a casa soltando una frase muy desafortunada: «Esto lo arregla el presidente».
Lo suficientemente bebido como para provocar un accidente
Es lo que cuentan desde La Provincia, que junto a Canarias7 ha destapado el incidente que tuvo el delantero argentino el pasado lunes por la mañana.
La Guardia Civil le invitó a pasar un control de alcoholemia con un etilómetro de muestreo y triplicó la tasa permitida, ya que dio 0,76 miligramos por litro de sangre. Por eso le instaron a realizar un segundo control con un etilómetro evidencial, pero se negó a soplar justo después de realizar una llamada que le ayudó a tomar esa decisión.
A pesar de los pesares, los agentes del cuerpo de seguridad del Estado se guardaron la prueba de muestreo para enviarla al juzgado, donde tendrán que determinar si Araujo merece ser castigado.
Por lo que cuentan, su actitud chulesca no facilitó las cosas. Se aferró al poder del presidente, Miguel Ángel Ramírez, y pudo volver a casa acompañado por una persona de su confianza, que es la que se puso al volante de su coche.
El club se mantiene a la espera
En el club canario no se han querido mojar. Se han limitado a decir que van a esperar a que haya «una resolución judicial para abrir expediente informativo a Sergio Araujo». Por lo visto, «la versión que el jugador ha ofrecido al club es contradictoria; el club esperará al pronunciamiento judicial para abrir el correspondiente expediente informativo al delantero».