A Fernández Borbalán no le tembló el pulso a la hora de mostrarle la tarjeta amarilla a Leo Messi en Mestalla. Una tarjeta que se podía haber ahorrado, ya que el astro argentino no estaba perdiendo tiempo, sino que se recuperaba de un botellazo que recibió en la cabeza por culpa de uno de esos energúmenos que campan a sus anchas en los campos de fútbol de nuestra Liga.
Luego llegó el Comité de Competición y no se bajó del burro. Sus «sabios» determinaron que la amarilla estaba justificada (creo que ese día no les funcionaba el DVD) y la sanción se mantuvo, pero el comité de Apelación de la Federación Española ha demostrado ser bastante más objetivo y razonable.
Explicación lógica
Le han quitado la amarilla a Messi, que era lo más normal. Recibir un botellazo y quedarse un tiempo en el césped no es sinónimo de perder tiempo, tal y como explica el comité de Apelación en un comunicado:
De este secuencia no se desprende una pérdida deliberada de tiempo, sino una reacción normal en quien ha sufrido el vandalismo del espectador.
Isco no se libra
El recurso que no ha sido aceptado es el del Real Madrid por la segunda tarjeta que vio Isco en Málaga, y que le costó su primera expulsión como jugador blanco. Puede que fuera justa y puede que no. En cualquier caso, es una tarjeta amarilla discutible y que está sujeta a interpretaciones de todo tipo. Para Apelación, el vídeo que han aportado como justificación «no permite concluir de forma clara y contundente la existencia de un error material manifiesto en la descripción que del hecho se realiza en el acta arbitral».
Yo me quedo con lo que parece ser una mirada de incredulidad de Sergi Darder al colegiado nada más ver que expulsaba a Isco. Es como si le estuviera diciendo que no era para tanto.