El cabreo que pilló Antonio Conte en el Emirates Stadium no fue pequeño. Venían de un empate en Swansea y una derrota ante el Liverpool en Stamford Bridge. Estaban obligados a dar la cara ante el Arsenal para no descolgarse de los puestos de cabeza. ¿Qué pasó? Que los de Arsène Wenger aprovecharon una desastrosa primera parte del Chelsea para llevarse el partido por un contundente 3-0. Roman Abramovich, que ya tenía dudas tras la derrota anterior, se puso de mala leche.
Kanté fue el único fichaje que le concedieron
Conte sabe que la paciencia tiene un límite, sobre todo cuando tus jefes han puesto mucho dinero sobre la mesa. Eso sí, nadie puede decirle que han fichado a los jugadores que quería, ya que N’Golo Kanté fue el único que estaba en su lista de deseos. Michy Batshuayi fue un capricho del director deportivo y tanto Marcos Alonso como David Luiz llegaron a última hora como fichajes de emergencia.
El mercado de invierno será movidito
El técnico italiano sabe lo que quiere. Pedirá nuevas contrataciones cuando se abra el mercado de invierno exigiendo que se hagan realidad. Todas no se podrán cumplir, y en parte vendrán condicionadas por los traspasos que se produzcan. De ahí que haya elaborado una lista negra con varios nombres de jugadores que son transferibles.
Nemanja Matic, Oscar, Branislav Ivanovic y Gary Cahill tienen las puertas de salida abiertas de par en par. Con Cesc Fábregas tiene muchas dudas, aunque sabe que el catalán puede darle mucho si recupera su mejor nivel. Por eso condicionará su venta a lo que sea capaz de hacer en los próximos partidos.