A los aficionados del Manchester United les entra un escalofrío por el cuerpo cada vez que escuchan el nombre de David Moyes. Fue el sucesor de Sir Alex Ferguson cuando el veterano técnico escocés se retiró del mundo del fútbol. Llegaba a Old Trafford tras varias temporadas de mérito en el Everton, pero lo cierto es que no pudo hacerlo peor.
Una temporada para olvidar
Llegó al cargo el 1 de julio de 2013 y se tuvo que marchar el 22 de abril de 2014 pese a tener contrato hasta 2019. Los malos resultados cosechados acabaron con la paciencia de directivos y aficionados. Habían sido eliminados de la Champions League en cuartos de final por el Bayer de Múnich, pero lo peor era que marchaban séptimos a 13 puntos de los puestos que daban derecho a jugar la máxima competición continental.
Ni siquiera se clasificaron para la Europa League porque Ryan Giggs, su sucesor de forma provisional, no fue capaz de enderezar el rumbo de una plantilla que no sabía vivir sin Alex Ferguson.
Candidatos más fiables comprometidos con otros clubes
El propio Ferguson ha aprovechado la publicación de un libro (Leading) para contarnos qué es lo que pasó cuando fueron a por la persona que iba a ocupar su puesto tras 26 años en el cargo. Moyes, desde luego, no era la primera opción. Ni siquiera era la quinta, porque por delante de él había otros entrenadores con más caché.
Como primera opción estaba Pep Guardiola, pero el técnico catalán no quiso acercarse al United después de hablar con Ferguson:
Le dije a Pep que me llamara antes de aceptar la oferta de otro club, pero no me llamó y acabó fichando por el Bayern de Múnich en julio de 2013.
Además del ex del Barça, tenían en mente la contratación de otros entrenadores que por una u otra razón no pudieron venir:
Era evidente que José Mourinho había dado su palabra a Roman Abramovich para volver al Chelsea, mientras que Carlo Ancelotti iba a convertirse en su sustituto en el Real Madrid. También sabíamos que Jürgen Klopp era feliz en el Borussia Dortmund y que iba a firmar un nuevo contrato. Mientras, Louis van Gaal se había comprometido a liderar a la selección holandesa en su intento por ganar el Mundial 2014.
Para terminar, también dice que nunca se sintió tentado por la posibilidad de volver a entrenar al equipo de toda su vida tras la debacle de Moyes al frente del equipo.