El primer partido de cualquier torneo importante siempre es complicado. Alemania lo sabía y se preparó para sufrir ante Ucrania, que no es una mala selección. Los actuales campeones del mundo tiraron de galones y oficio para llevarse los primeros tres puntos y encarrilar su clasificación para los octavos de final gracias a los goles de Shkodran Mustafi y Bastian Schweinsteiger.
Victoria necesaria
Joachim Löw alineó a Thomas Müller en punta y optó por tres mediapuntas de mucho talento: Mesut Özil, Mario Götze y Julian Draxler. Por detrás de ambos Toni Kroos y Sami Khedira, que son la columna vertebral de un equipo al que le falta Mats Hummels.
El central del Bayern de Múnich no estuvo por lesión, pero su lugar lo ocupó con más o menos acierto Mustafi. El del Valencia no aportó toda la seguridad del mundo en defensa, pero fue el autor del primer gol teutón, que llegó en el minuto 19 a la salida de una falta lateral botada por Kroos.
Los minutos pasaban y Ucrania buscaba el empate sin éxito. Manuel Neuer estuvo muy seguro durante los 90 minutos y mantuvo a los suyos con ventaja en el marcador. Lo mismo se puede decir de Andriy Pyatov, que abortó más de una jugada de peligro.
El 2-0 definitivo no subió al marcador hasta el tiempo de descuento, cuando el recién incorporado Schweinsteiger remató un gran centro de Özil al segundo palo, donde pudo poner el pie libre de marca para enganchar el balón a bote pronto.
Polonia 1-0 Irlanda del Norte
No falló la selección que se supone que peleará por la segunda plaza junto a Ucrania. La Polonia de Robert Lewandowski, que estuvo bastante desaparecido, superó a Irlanda del Norte por la mínima gracias a un gol de Arkadiusz Milik. El delantero del Ajax culminó una buena jugada que nació por la banda derecha y amargó el debut de los británicos.