El Real Madrid dio una imagen lamentable sobre el terreno de juego del Camp Nou. Y no sólo porque futbolísticamente fue muy inferior al FC Barcelona, sino porque algunos jugadores perdieron los nervios fruto de la impotencia.
Sergio Ramos, que ya iguala a Fernando Hierro como el madridista con más rojas en la Liga, hizo una entrada muy fea a Leo Messi, totalmente merecedora de tarjeta roja aunque creo que se llevó por delante a Lass. Rápidamente acudieron hasta el lugar del crimen varios jugadores tanto del Barça como del Madrid, por lo que se armó una buena.
Ramos se volvió loco y agredió a Carles Puyol, quien como caballero que es quiso quitarle hierro al asunto tras el partido diciendo que son cosas que pasan en momentos calientes:
Son cosas que pasan. Yo fui a defender a un compañero (Messi) porque me pareció una entrada muy dura. Pero lo que pasa en el campo se queda en el campo. Tengo muy buena relación con Sergio Ramos y ya está olvidado, tengo otras cosas en las que pensar más importantes.
El lateral derecho de Camas, no contento con lo que había hecho, dejó el terreno de juego pasándole la cara por la mano a Xavi, otro de los que compartieron con él el triunfo de ‘La Roja’ en Sudáfrica. Lo que realmente había sucedido es que el Barça le había pasado la mano por la cara al Madrid.