Eric Abidal ya tiene fecha de caducidad futbolísticamente hablando. El veterano defensa francés tiene muy claro que colgará las botas en diciembre. Se comerá los turrones sin ser futbolista profesional y probablemente lo hará en Barcelona.
Actualmente milita en las filas del Olympiacos, pero no ha sabido adaptarse al fútbol griego y cree que ha llegado el momento de decir adiós. Lo piensa firmemente porque ya se llevó dos palos importantes la temporada pasada. El primero llegó durante sus últimos meses en el Mónaco, donde dejó de ser un jugador importante y visitó con demasiada frecuencia el banquillo. El segundo, el que más le dolió, fue el de quedarse fuera de la lista de convocados de Francia para disputar el Mundial de Brasil.
El Olympiacos no le llena
Tenía fe en esta nueva etapa en el Olympiacos de Michel, pero no se siente realizado. Está jugando bastante, pero no es feliz. Por eso, y porque ya sabe dónde va a trabajar, quiere retirarse. El Barça no le quiso renovar en su día, pero le garantizó que sería el futuro director técnico de las escuelas que el club tiene repartidas por todo el mundo. Lo que no tengo tan claro es si se trata de un acuerdo verbal o es algo que ya está firmado.
Movimientos que revelan sus intenciones
De momento su mujer se ha trasladado a la Ciudad Condal, y dos de sus tres hijas han pasado a engordar la nómina de alumnos de un colegio inglés situado en la zona alta de Barcelona. Son, por tanto, indicios más que suficientes como para pensar que empezará 2015 trabajando en otra parte.
A decir verdad solo hay una opción que le podría convencer para continuar, la de jugar los octavos de final de la Champions League en un grupo donde están el Atlético de Madrid y la Juventus. Son segundos con los mismos puntos que los rojiblancos, así que no hay que descartar su clasificación.
¿Crees que Abidal recibirá la llamada de Josep Maria Bartomeu cuando se retire? Confía en su palabra y en la de Sandro Rosell, pero quién sabe…