El futuro de Marc-André ter Stegen es muy incierto. Al portero alemán no le vale con ser titular en la Copa del Rey y en la Champions League. Quiere más porque entiende que fue fichado para ser titular, pero lo cierto es que Luis Enrique confía en Claudio Bravo y no va a cambiar sus preferencias de la noche a la mañana.
El ex del Borussia Mönchengladbach entiende que su periodo de adaptación al club y a la ciudad ha terminado, por lo que desea ser titular en Liga, que es la competición que te da vidilla semana tras semana. Por eso está dispuesto a escuchar ofertas si no le aseguran la titularidad de cara a la temporada que viene, algo bastante improbable teniendo en cuenta el gran nivel que está exhibiendo su compañero.
Ofertas en firme
En el Camp Nou están convencidos de que es el portero ideal para los próximos 10 años, pero le piden que tenga paciencia. El problema es que el Liverpool y el Manchester City han contactado con su entorno y están dispuestos a ofrecerle el doble de salario y un puesto como titular. Sin duda, ofrecimientos demasiado tentadores como para decir que no cuando llevas casi dos años esperando algo que no llega.
Josep Maria Bartomeu es consciente de que las ofertas son reales y quiere reunirse con Ter Stegen para convencerle. Por ahora no puede ir más allá de las palabras, porque es Luis Enrique el que decide en el vestuario, así que ya veremos cómo terminan las negociaciones. De momento lo único que está claro es que tiene contrato hasta el 30 de junio de 2019 y el Barça solo le abrirá las puertas de salida si algún club está dispuesto a poner 80 millones de euros sobre la mesa, que es lo que figura en su cláusula de rescisión.
Poniendo el riesgo el futuro
En mi opinión están jugando con fuego. Es verdad que Bravo es un gran portero, pero el mes que viene cumplirá 33 años y no le puede quedar mucho al mejor nivel. Ter Stegen, en cambio, solo tiene 23 primaveras y un gran futuro por delante. Dejarle escapar sería un error que solo se podría corregir fichando a un guardameta de la talla de Thibaut Courtois o Jan Oblak.