Lo de José Mourinho empieza a ser algo serio. Es difícil explicar cómo es posible que todavía haya equipos que sigan confiando en el técnico portugués. Es cierto que en su día tocó el cielo como entrenador del Oporto y el Inter de Milán, pero no menos cierto es que sus últimas temporadas han sido desastrosas y se está llevando unos finiquitos que deberían poner en aviso a sus imprudentes pretendientes.
De más a menos
Empezó la temporada de forma inmejorable en la Roma, acumulando seis victorias consecutivas en la Serie A para igualar el mejor arranque liguero de la historia del club. Sin embargo, con el paso de los meses los resultados han ido a peor e incluso cayeron por 6-1 ante el modesto Bodo Glimt noruego, en lo que sin duda alguna fue uno de los resultados más sorprendentes de los últimos años en Europa.
Es difícil saber qué ha pasado con Mourinho. Se supone que sabe lo mismo de fútbol o más que hace 20 años, pero me temo que su forma de gestionar un vestuario ya no es la misma, o tal vez no sea tan eficaz como antaño.
A Mou se le respetaba mucho antes porque daba la cara por sus futbolistas. También vivía en otros tiempos en los que los jugadores de las nuevas generaciones estaban más dispuestos a acatar órdenes. Los jóvenes de hoy en día no son así, y menos si cobran las burradas que se siguen pagando.
Los trapos sucios se deberían lavar en casa
El caso es que Mourinho ha cambiado su discurso y las cosas ya no le van bien. Eso de ‘rajar’ públicamente de sus jugadores es algo que coloca al vestuario en su contra y provoca un efecto totalmente contrario al de motivar. Antes también buscaba excusas cuando su equipo perdía, pero prefería hablar del árbitro, del campo o del balón. Ahora, sin embargo, atiza a sus futbolistas sin ningún reparo y creo que es precisamente por eso que ya no es un líder. O como mínimo no es el tipo de líder que demanda el fútbol actual. Otros como Pep Guardiola se han actualizado y siguen renovándose, pero Mourinho seguirá siendo así hasta que termine dirigiendo a la Ponferradina dentro de 20 años, con todos mis respetos hacia el club leonés.