Sorprendente lo que sucedió el fin de semana pasado en un partido de la Tercera División. El árbitro Madrigal Soria no dudó en suspender el partido entre el Jumilla y el Puente Tocinos porque le estaban robando el coche. Se informó por megafonía de la matrícula y este se fue disparado al túnel de vestuarios al darse cuenta de que era la suya.
A su vehículo le rompieron una de las lunas. Madrigal Soria entregó las llaves a un directivo del Jumilla para que este moviera el coche hacia un lugar más seguro.