Portugal se jugará la vida mañana en Copenhague. La selección que dirige Carlos Queiroz no puede permitirse el lujo de perder allí si quiere estar en el Mundial 2010 de Sudáfrica. En estos momentos se encuentran a 7 puntos de Dinamarca y a 4 de la sorprendente Hungría. Después del partido en tierras escandinavas, tan sólo quedarán 9 puntos en juego, por lo que el margen de maniobra sería muy pequeño.
Queiroz se muestra optimista e intenta abstraerse de la presión. Considera que sus jugadores están atravesando un buen momento y tan sólo lamenta la lesión de Hugo Almeida. Así las cosas, tendrá que ser Cristiano Ronaldo quien saque del atolladero a su equipo, pues en estos momentos es cuando un crack tiene que aparecer.
Los portugueses, además de necesitar los 3 puntos como el comer, llegarán con hambre de venganza, pues sufrieron en octubre del año pasado una dolorosa derrota ante Dinamarca por 2-3 que les empezó a complicar la clasificación. ¿Serán capaces de enderazar el rumbo?