El Real Madrid no despega. Está haciendo una temporada un tanto mediocre a pesar de que todavía opta a todos los títulos. Juega mal y da la sensación de que Kylian Mbappé no termina de adaptarse, entre otras cosas porque no tiene esa calidad a la hora de definir que sí tenían otros nueves legendarios como Ronaldo Nazario.
Esta noche ha caído estrepitosamente ante un Milan superior que incluso ha podido marcar más goles en el Santiago Bernabéu. Al final un 1-3 con gol de Álvaro Morata incluido, que como era de prever ha sido abucheado por el que hace un buen puñado de años fue su público.
Ancelotti no da con la tecla
Carlo Ancelotti tiene crédito porque se lo ha ganado, pero no sé si Florentino Pérez estará dispuesto a agotar dicho crédito antes de tomar una decisión drástica para endereza el rumbo del equipo. Los piezas no acaban de encajar y hay jugadores que están ofreciendo un nivel muy bajo, como es el caso de un Aurélien Tchouaméni al que deberían traspasar este verano por no dar la talla. Además, se echa mucho de menos a Toni Kroos, quien ponía orden y era capaz de controlar partidos tan alocados como el de hoy, en el que el Milan se ha desenvuelto muy bien.
Poca seriedad defensiva y falta de efectividad en ataque
Los italianos se han adelantado en el minuto 12 gracias a un gol del joven Malick Thiaw, que ha podido rematar a placer gracias a la pasividad de Tchouaméni, que con todo lo grande y fuerte que es ni siquiera ha incomodado al defensa germano-finlandés.
El Madrid ha reaccionado con un gol de penalti transformado por Vinícuis, a quien le ha gustado que el Bernabéu silbara el himno de la Champions cuando ha sonado. Sin embargo, Morata ha hecho el 1-2 antes del descanso y la segunda mitad ha sido un quiero y no puedo. Ancelotti ha cambiado a casi todas sus piezas del centro del campo hacia arriba, pero no se ha atrevido a dar minutos a Arda Güler y a Endrick. El turco debe estar frito por irse y el brasileño no sabemos si será capaz de tener la paciencia que está teniendo en ex del Fenerbahce.
El caso es que Tijani Reijnders ha sentenciado la contienda con el 1-3 cuando el Madrid iba a por el empate sin demasiadas ideas. Más tarde ha llegado un gol de Rüdiger anulado por el VAR y a partir de ahí el Milan ha podido marcar el cuarto, pero Andriy Lunin lo ha evitado sin ser ni mucho menos su mejor partido en el Madrid. Se nota cuando Thibaut Courtois no está.