Tanto el Barça como el Real Madrid tendrán que hacer las cosas muy bien si quieren ganar LaLiga. Los blancos se impusieron al Sevilla por 3-1 el pasado sábado, mientras que ayer los catalanes golearon por 4-0 a un Athletic de Bilbao irreconocible.
Xavi Hernández dio con la tecla una vez más y se podría decir que las dudas se han despejado por completo gracias a las dos últimas goleadas en el Camp Nou.
Una alegría antes de volver a la Champions
El Barça sigue a 3 puntos del Madrid y con mucha confianza, aunque ahora afronta una nueva jornada de la Champions League que le puede sumir de nuevo en una depresión. Si el Inter de Milán gana al Viktoria Plzen, el Barça empezará su partido ante el Bayern de Múnich en el Camp Nou sabiendo que ya está eliminado de la máxima competición continental.
Un gol y tres asistencias de Dembélé
Sea como sea, anoche disfrutaron de lo lindo gracias a una primera parte cargada de emoción. Ousmane Dembélé hizo el 1-0 en el minuto 12 cabeceando un centro de Robert Lewandowski, mientras que Sergi Roberto sumó su primer tanto en LaLiga gracias a una buena combinación con Dembélé.
Corría el minuto 18 y el Barça quería más. Sobre todo Lewandowski, que todavía no se había sumado a la fiesta de los goles y lo hizo con una maniobra que dice mucho de su talento. Un control orientado que De Marcos no esperaba acabó con el balón alojado en la portería defendida por Unai Simón tras un gran zapatazo con la pierna izquierda. El Camp Nou se rindió una vez más al mejor fichaje que han visto en los últimos años y que lidera la tabla de máximos goleadores de la competición.
En la segunda mitad bajó algo el ritmo, pero en un contraataque llegó el 4-0 definitivo. Ferran Torres, como viene siendo habitual, aprovechó los minutos que le dio Xavi para sentenciar el partido por si había alguna duda. El ex del Valencia hizo bueno un pase de Dembélé (el francés estuvo en todas) controlando y batiendo a Unai Simón con facilidad en el minuto 78.
El susto lo dio Gavi
Parecía que Gavi podía perderse el Mundial cuando se fue al suelo en la primera parte por un fuerte golpe en el aductor. Sin embargo, no fue más que eso y se ha confirmado que podrá volver a los entrenamientos muy pronto, así que los aficionados del Barça y Luis Enrique pueden respirar tranquilos.