El Barça se ha apuntado a la moda de fichar a jugadores que están en su último año de contrato y no tienen intención de renovar. Es la moda PC Fútbol, la que te permitía empezar con un equipo de Segunda División B y acabar ganando títulos en Primera División en pocas temporadas.
Como el dinero para los traspasos escasea por muchas palancas que se hayan activado, Mateu Alemany sigue marcando en su filtro la opción de «jugadores en último año de contrato». Así es como llegaron Andreas Christiansen y Franck Kessié, y también lo intentaron con César Azpilicueta sin éxito, ya que finalmente renovó por el Chelsea. Ahora es otro jugador de los ‘blues’ el que está en el punto de mira, sobre todo después de la visita al Camp Nou de su agente.
Pondrá de su parte para fichar
Jorginho, centrocampista brasileño nacionalizado con Italia que sabe lo que es ser campeón de la Champions League y la Eurocopa (las logró en la misma temporada), no vería con malos ojos la posibilidad de fichar por el Barça la temporada que viene. En diciembre cumplirá 31 años y es consciente de que está ante el último gran contrato de su carrera deportiva, y por lo visto no le importa renunciar a su actual sueldo en el Chelsea para poder vestir de azulgrana como su compatriota Raphinha.
El Chelsea pagó por él 57 millones de euros en 2018 para arrebatárselo al Nápoles. Ahora podría llegar a coste cero, o en todo caso a un coste bastante inferior si tenemos en cuenta que seguro que se habla de una prima de fichaje.
¿El sustituto de Sergio Busquets?
Su llegada convencería a un Xavi Hernández que siempre quiere a jugadores de toque como Jorginho. Además, no hay que olvidar que Sergio Busquets no continuará la temporada que viene, motivo por el cual el club ya sondea el fichaje de Martín Zubimendi. Eso sí, la llegada de Jorginho podría frenar la contratación del futbolista de la Real Sociedad, o en todo caso les puede servir para presionar con un precio más bajo del que figura en su cláusula de rescisión, que es de 60 millones de euros.
El Chelsea tratará de renovarle
Como es lógico, el Chelsea no se va a quedar de brazos cruzados porque no quiere perder a uno de sus capitanes, a un futbolista con experiencia que es titular indiscutible para Graham Potter. No sabemos si la visita del agente al Camp Nou es para presionar a los directivos del club londinense como ya ha sucedido con otros jugadores, pero lo que está claro es que el Chelsea tendrá que moverse rápido si no le quiere perder.