Partido muy aburrido el que se ha vivido hoy en el Olímpico de Montjuïc. Espanyol y Barcelona salían a disputar el partido de ida de los cuartos de final con diferentes objetivos. Por una banda, los blanquiazules tenían la obligación de dar la cara con su nuevo técnico, Mauricio Pochettino. Por eso, jugaron todos los titulares y la intensidad defensiva fue excepcional. En el lado culé, Pep Guardiola volvió a dar minutos a los menos habituales y eso se notó sobretodo en ataque. El resultado final fue de 0-0 y todo queda abierto para el partido de vuelta, aunque los azulgrana serán los favoritos por jugar en casa.
Menos en el primer partido de Liga ante el Numancia, el FC Barcelona siempre había logrado como mínimo un tanto en todos sus partidos. En esta ocasión, se toparon con un Espanyol muy bien puesto y con mucho trabajo. La mano de Pochettino ya se empieza a notar.
El partido se caracterizó por muchos errores en ambos lados. La media culé no enganchaba con la delantera y el embotellamiento era importante. Bojan vivía solo en ataque, pues Iniesta bajaba mucho a recibir y Hleb no está demostrando ser un jugador muy válido para el Barça. Tan sólo la entrada de Leo Messi en los últimos 15 minutos aportó algo de fluidez al ataque. Por lo demás, no hubo ninguna ocasión especialmente clara.
Los periquitos intentaron con más ahínco acechar la portería defendida por Pinto. Nené y Callejón estuvieron muy activos pero no tuvieron suerte. Las ocasiones tampoco fueron excesivamente claras y el resultado justo fue el 0-0 que reflejó el marcador. El Camp Nou dictará sentencia.