En plena vorágine de fichajes hay algo que me ha llamado la atención. Me ha sorprendido que el Barça quiera negociar con el Betis una rebaja en el precio a pagar por Junior Firpo, uno de los laterales izquierdos más prometedores del mundo.
En estos momentos tiene una cláusula de rescisión de 50 millones de euros y los catalanes no están dispuestos a abonarla. Y digo yo… ¿lo de Coutinho y lo de Dembélé les pareció razonable y ahora consideran que el dominicano criado en Benalmádena es caro? No entiendo nada.
¿Suplente de lujo o titular?
Es evidente que el Barça debe moverse en busca de una lateral izquierdo de garantías. Por eso están interesados en Junior, que además de ser un suplente de lujo podría competir de tú a tú con un Jordi Alba que a sus 30 años afronta la recta final de su carrera deportiva.
Nadie pone en duda el rendimiento de Alba, que esta temporada se ha vuelto a entender muy bien con Leo Messi, pero es evidente que con una competencia como la de Junio tendría que espabilar todavía más para seguir siendo un fijo en el once de Ernesto Valverde.
El Barça había pensado en Filipe Luis como opción económica y de corto plazo. Tenía más sentido porque el brasileño podía llegar con 35 años a aportar su experiencia sin molestarle pasar más tiempo en el banquillo que jugando. Sin embargo, lo de Junior es distinto. Es una apuesta de futuro porque es un futbolista que tiene muy buena pinta, y precisamente por eso me sorprende que en el Camp Nou consideren que los 50 millones que figuran en su cláusula son demasiados.