Menudo calvario está viviendo Zinedine Zidane en el banquillo del Real Madrid. Florentino Pérez le puede estar muy agradecido por haber aceptado una oferta que de tentadora no tenía nada. Seguro que cobrará más que cuando se fue, pero creo que el dinero no compensa los dolores de cabeza que le está dando una plantilla que no tiene nada que ver con la que dejó hace menos de un año.
El último traspiés, el sufrido ante el Rayo Vallecano en Vallecas, refleja la desgana con la que están afrontando los futbolistas el tramo final de una temporada que está dejando a muchos señalados.
El cambio de ciclo es inevitable
Eso de que Zidane quiere recuperar a la mayoría va perdiendo fuerza. Puede que fuera así cuando llegó, pero cuando uno ve cosas como las que se vivieron en Vallecas es evidente que debe tomar decisiones drásticas. Hay jugadores que no merecen seguir vistiendo la camiseta del Madrid por muchos títulos que hayan conquistando en las últimas temporadas.
La lista negra de Zizou no deja de crecer y Florentino se está dando cuenta de que este verano no bastará con un par de fichajes galácticos. El máximo mandatario blanco debería gastarse unos 500 millones de euros para que lleguen como mínimo cuatro o cinco futbolistas que le cambien la cara al equipo.
Lo que están haciendo jugadores como Gareth Bale es vergonzoso. El galés no puede decir que se quiere quedar porque no tiene ni un solo apoyo en el club. Los ha ido perdiendo por méritos propios y no le queda otra que hacer las maletas para volver a la Premier League, donde todavía tiene algo de cartel.