La nueva selección española, la de Luis Enrique, ha empezado su andadura. Lo ha hecho con alguna que otra novedad, y sobre todo con ausencias significativas. Una de las más llamativas es la de Koke, que para Julen Lopetegui era un fijo.
El centrocampista del Atlético de Madrid se ha quedado fuera de la primera lista de convocados, algo que a mí no me ha pillado por sorpresa porque nunca le he considerado un jugador verdaderamente «top».
Koke no es tan bueno como se ha dicho
De Koke siempre se ha hablado demasiado bien. Lo peor que se ha dicho de él es que sería el sucesor de Xavi Hernández en la selección, algo que evidentemente no ha sucedido. Estar al nivel del mejor centrocampista de la historia de la selección no es tarea fácil, y menos si no tienes el talento necesario como para llegar a corroborar dicha comparación.
Ante Rusia arriesgó 0
En el Mundial de Rusia hemos visto lo que Koke ha ido haciendo con ‘La Roja’ desde que fue llamado por primera vez. Lejos de ser un jugador capaz de dar el último pase, como le hemos llegado a ver en el Atlético de Madrid, se ha limitado a dar pases laterales o hacia atrás. Rara vez se ha arriesgado con un pase en vertical, y el mejor ejemplo fue el día de Rusia, en el que se necesitaba creatividad y se dedicó a ser un auténtico «segurolas». No falló ni un pase, es verdad, pero eso que todos se los dio al compañero que tenía al lado. ¿Qué tiene eso de especial? Nada. Hay miles de jugadores en España que saben hacer eso.
Luis Enrique, que como verás a continuación ha recibido a los internacionales con una sonrisa de oreja a oreja (atento al saludo con Sergio Ramos), se ha cargado a Koke y no le llamará a menos que su rendimiento en el Atlético vaya a más. Hay muy buenos centrocampistas y no basta con limitarse a hacer pases fáciles a 10 metros de distancia.