Fernando Hierro debería estar muy preocupado. A excepción de la segunda parte ante Portugal, en la que vimos la mejor versión de España, la selección está ofreciendo un rendimiento muy pobre y es evidente que va de más a menos. Costó muchísimo ganarle a Irán y anoche no se perdió ante Marruecos de milagro, y eso que nuestros vecinos no se jugaban absolutamente nada.
Los marroquíes salieron a por todas, con una actitud difícil de explicar por el simple hecho de que se excedieron. Jugaron al límite del reglamento y más de uno pudo ser expulsado, aunque terminaron el partido con 11 sobre el césped. A final 2-2 y España pasa como primera de grupo porque Portugal e Irán también empataron.
Sin soluciones contra el embotellamiento
Me sabe mal decir que Hierro no es el mejor entrenador para España. Supongo que no se le puede exigir mucho porque acaba de aterrizar, pero es evidente que con Julen Lopetegui veíamos a una selección con más recursos.
Volvieron a toparse con un equipo muy defensivo y volvieron a caer en los mismos errores. Se empecinaron con el tiki-taka moviendo el balón demasiado lento, y solo algunos detalles técnicos de mucha calidad lograron romper el entramado defensivo marroquí.
Empanada defensiva
Mientras José Antonio Camacho no dejaba de alabar a la selección y tapaba todas sus carencias, los que no estamos tan ciegos nos dábamos cuenta de que la defensa hace aguas. Marruecos tuvo varias oportunidades muy claras y España pudo perder pese a monopolizar la posesión del balón. Hay que jugar con más tensión, ya que una selección con cara y ojos nos puede pintar la cara como nos la pintó Holanda en el Mundial de Brasil de hace cuatro años.
Isco es el único que está enchufado
Si pudiera salvar a uno de la debacle de ayer sería a Isco. El malagueño tiró del carro asumiendo la responsabilidad durante los 90 minutos. Peleó y de sus botas salieron las mejores ocasiones de gol. Hizo el empate a uno y vio como un defensa marroquí le quitaba un gol de cabeza que no habría sido nada habitual en él, pero que dice mucho del hambre que tiene el hombre al que más le ha afectado la destitución de Lopetegui.
Hierro y su miedo al cambio
Otra cosa que no me gusta de Hierro es que da la sensación de que le sabe mal sustituir a vacas sagradas como David Silva o Andrés Iniesta. Anoche el partido estaba para cambios en el minuto 60 a más tardar, no a falta de poco más de un cuarto de hora. Jugadores como Marco Asensio y Iago Aspas, que tienen mucho que aportar, deberían saltar al césped mucho antes cuando las cosas no van bien. Y anoche no es que no fueran bien, es que iban fatal.
Huele a fin de ciclo
Como ya sucedió cuando se jubilaron Xavi Hernández, Xabi Alonso, David Villa o Iker Casillas, en esta ocasión podría pasar lo mismo con David Silva, Andrés Iniesta y compañía. Si España cae en octavos se hablará de fin de ciclo, de por qué no ha jugado Saúl Ñíguez o por qué ha tenido tan pocos minutos Marco Asensio. Son el futuro de la selección y están para jugar ya. No son críos de 18 años.
Aspas salvador
Aspas volvió a sacar las castañas del fuego. Es un futbolista que debería tener más minutos en esta selección. No sé si al lado de Diego Costa o sentando al hispano-brasileño, pero es evidente que es puro peligro y que es capaz de inventarse cualquier genialidad para solucionar un partido. Ayer hizo el 2-2 con un remate de tacón excepcional que el VAR dio como válido.
Rusia es el rival de España en octavos
La anfitriona se cruza en el camino de España, que por cierto ha caído en el «cuadro fácil» después de que Irán empatara en el tiempo de descuento ante una Portugal que tampoco está para tirar cohetes. A priori es una selección más débil que Uruguay, contra la que cayó por un contundente 3-0, pero eso de jugar en casa ya sabemos que es muy peligroso. Y si no que se lo pregunten a Camacho, Joaquín y compañía, que vieron cómo les tomaban el pelo en el Mundial de Corea y Japón.