En esta vida nada es inamovible. Marco Asensio siempre había soñado con jugar en el Real Madrid y lo ha logrado, pero eso no significa que esté dispuesto a quemar sus años de contrato en el banquillo. A sus 22 años necesita jugar, y con Zinedine Zidane al frente del equipo no ha tenido todas las oportunidades que le habría gustado tener, especialmente en partidos importantes.
La inesperada marcha del francés, y el fichaje de Julen Lopetegui, fueron una buena noticia para el mallorquín, que es conocedor de la confianza que le confiere el técnico vasco. Eso le hizo pensar que lo mejor para sus intereses era continuar en el Madrid, pero las cosas pueden cambiar de la noche a la mañana si se produce un fichaje que sin haberse producido le quita el sueño.
No quiere compartir vestuario con Neymar
El nombre que aparece en todas sus pesadillas es el de Neymar, que es el objetivo número uno de Florentino Pérez. Es el hombre que se supone que ocupará el puesto que quedará libre cuando Cristiano Ronaldo se vaya, si es que finalmente se va. Y claro, ya sabemos que la otra banda es para Gareth Bale, que si no pasa nada raro continuará en la capital de España.
El brasileño no es feliz en París y está como loco por regresar a LaLiga. De hecho, incluso dicen que se ha ofrecido al Barça, lo cual suena más a broma que a rumor con fundamento.
Asensio quiere que el Madrid apueste por él de una vez por todas. No le sirve eso de renovar cobrando más y disparando su cláusula de rescisión. Si ve que el club apuesta por Neymar y le cierra una puerta, solicitará su traspaso antes de que se cierre el mercado de fichajes.
PSG, Manchester United y Chelsea al acecho
Pretendientes no le van a faltar, desde luego. El propio PSG le tiene en el punto de mira, aunque son los clubes de la Premier League los que tienen más opciones de hacerse con sus servicios. El Manchester United de José Mourinho ya le ha tanteado alguna que otra vez, y ahora dicen que el Chelsea es el que está a la cabeza porque Roman Abramovich está dispuesto a tirar la casa por la ventana para complacer al Madrid y al internacional español.