El Clásico con menos audiencia de los últimos tiempos no defraudó a quienes creyeron que iba a ser un gran partido. Barça y Real Madrid salieron a por todas a sabiendas de que no se jugaban absolutamente nada, lo que les quitaba mucha presión y les permitía jugar sin especular.
El resultado final fue de 2-2, pero los blancos fueron superiores y regresaron a la capital de España con la sensación de que el árbitro, Hernández Hernández, les había impedido ganar un partido que dominaron de cabo a rabo.
El Madrid fue superior, pero Suárez adelantó a los culés
El campeón de Europa se vio superado por un Madrid que llegaba al Camp Nou con ganas de revancha y sin reservar a sus titulares. Eso sí, esta vez Zinedine Zidane dio descanso a Lucas Vázquez y Marco Asensio. Prefirió decantarse por la BBC, y la verdad es que no le fue mal.
Se apoderaron del balón y pusieron contra las cuerdas a los de Ernesto Valverde, aunque desperdiciaron muchas ocasiones claras. El primero, no obstante, lo hizo Luis Suárez gracias a un gran centro de Sergi Roberto al segundo palo. El uruguayo remató libre de marca y estableció el 1-0 en el minuto 10.
El empate de Cristiano y la locura de Sergi Roberto
La reacción del Madrid no se hizo esperar. Cristiano se la dejó a Toni Kroos, que centró al segundo palo para encontrar la cabeza de un Karim Benzema que vio como CR7 acudía al área pequeña. Se la puso con sutileza y el portugués llegó para rematar forzado, con los tacos de Gerard Piqué sobre su tobillo, lo que le obligó a pedir el cambio en el descanso por precaución.
A pesar de que no había nada gordo en juego, la tensión se palpaba en el ambiente y no hacía más que crecer. Al punto máximo se llegó al filo del descanso, cuando Messi hizo una entrada fea a Ramos y Bale hizo lo propio con Umtiti. Sin embargo, el momento clave se vivió en el descuento. Sergi Roberto le dio un puñetazo a Marcelo y vio la roja directa.
El Barça sacó petróleo en la segunda parte
Valverde tuvo que sacrificar a Coutinho para dar entrada a Nélson Semedo, que ocupó el puesto de Sergi Roberto. El Barça se reordenó y trató de defenderse de la mejor forma posible sin olvidar que podía hacer mucho daño a la contra. Y así fue, aunque con un error arbitral de por medio.
Suárez le robó la cartera a Raphael Varane haciéndole falta y Hernández Hernández ni se dio cuenta. El charrúa se la dio a Messi y el argentino hizo lo que suele hacer: marcar. Era el 2-1 en el minuto 52, pero estaba claro que al Madrid todavía le quedaba mucho por decir.
El empate definitivo lo estableció Gareth Bale, que aprovechó una buena asistencia de Asensio para rematar de primeras con potencia y poniendo el balón muy cerca de la escuadra. Marc-André ter Stegen se estiró, pero su zurdazo era prácticamente imparable.
Invictus
Quedaba algo más de un cuarto de hora y el 2-3 estaba más cerca que el 3-2, a pesar de que Messi tuvo una bastante clara. El marcador no se volvió a mover y el Barça, salvo sorpresa, podrá establecer un récord en LaLiga finalizándola sin perder ni un solo partido.