Que no cunda el pánico porque el Barça tiene LaLiga en el bolsillo. El pinchazo de anoche en Balaídos estaba contemplado, ya que Ernesto Valverde tiró de suplentes para tratar de doblegar a un Celta que se tomó el partido muy en serio, algo lógico teniendo en cuenta que todavía tienen opciones de jugar la próxima edición de la Europa League.
El Celta lo intentó con más fe
El resultado final, 2-2, refleja lo que se vivió sobre el césped. Es cierto que los gallegos tuvieron más ocasiones de gol, pero el Barça nunca le perdió la cara al partido y no llegó a ir por detrás en el marcador en ningún momento.
El primero de la noche fue obra de Ousmane Dembélé, que remató con su pierna izquierda con mucha calidad para superar a Sergio Álvarez. Eso pasó en el minuto 36, y en el 45 llegó el empate de Jonny Castro. El canterano recuperó un balón en el centro del campo y el contraataque no fue todo lo bueno que debería ser, pero aun así el balón terminó en los pies de Jonny, que solo tuvo que empujar un centro raso de Maxi Gómez.
Tras la reanudación el Barça volvió a adelantarse, esta vez gracias a Paco Alcácer. El exvalencianista aprovechó una gran jugada de Semedo y Dembélé en banda derecha que acabó con un pase de la muerte muy similar al que había significado el empate celtiña. Paulinho tocó el balón y el gol iba a ser suyo, pero Alcácer ejerció de ‘9’ poniendo la punta de su bota derecha para inflar sus registros goleadores.
El Celta buscó el empate por activa y por pasiva con un Iago Aspas que fue un dolor de cabeza para la inédita defensa culé. Forzó la expulsión de Sergi Roberto cuando encaraba a Marc-André ter Stegen y tuvo varias ocasiones claras, aunque el tanto del empate no lo logró hasta el minuto 82, cuando un rechace del portero alemán golpeó en su mano izquierda antes de terminar en gol.
El Atlético se puede poner a 9
Ahora mismo el Barça amplía su ventaja a 12 puntos, pero el Atlético puede ponerse a 9 a falta de 5 jornadas para el final de LaLiga si gana el jueves en Anoeta.