El Real Madrid, una vez más con su plan B, superó al Leganés por la mínima en Butarque y está un poco más cerca de jugar las semifinales de la Copa del Rey. Zinedine Zidane dio descanso a los titulares, aunque recurrió a Isco y Luka Modric en la segunda parte buscando un gol que llegó en el minuto 89 gracias a Marco Asensio.
Gol en el último suspiro
El canterano, que está cansado de ser suplente en partidos importantes, apareció en el último suspiro en un ataque que comandó subiendo el balón al trantrán. Se lo cedió a Isco y el malagueño abrió a banda izquierda para que Theo Hernández la pusiera en el área. Eso fue lo que hizo el ex del Atlético de Madrid, que vio como Asensio se anticipaba en el primer palo para rematar de primeras colocando el esférico en la escuadra.
Victoria con mal sabor de boca
El Madrid no sale reforzado de este partido. Todo lo contrario. Los suplentes están igual de mal que los titulares. El equipo vive sumido en una crisis de la que no va a despertar de la noche a la mañana si no hay un cambio radical. Está claro que las charlas de Zidane sirven de poco.
Un empate habría sido un resultado más justo. Los de Garitano pelearon y tuvieron alguna que otra ocasión de mérito, pero al final se fueron a la ducha con un 0-1 que complica mucho su clasificación. Eso sí, tal y como están los blancos hoy en día, estoy convencido de que van a jugar el partido de vuelta con el convencimiento de que pueden remontar. Al fin y al cabo no tienen nada que perder.
El juego desplegado por el Madrid fue muy pobre. Los espectadores se aburrieron y el Leganés se permitió el lujo de ir a por la victoria en el segundo tiempo. No es el Madrid al que estábamos acostumbrados con Zidane en el banquillo, pero las cosas han cambiado tanto…