Parecía que iba a fichar por el Chelsea el pasado verano, e incluso se habló de su posible llegada al Manchester City. Sin embargo, el Liverpool es el que se ha llevado el gato al agua fichando al holandés Virgil Van Dijk, que muy pronto dejará el Southampton para jugar en Anfield.
Klopp estará encantado
Los Saints han anunciado el traspaso de su jugador estrella, un central que estaba en la agenda de varios grandes y que finalmente estará a las órdenes de Jürgen Klopp, que pedía su fichaje a gritos después de encajar 23 goles en las 20 primeras jornadas de la Premier League.
Van Dijk, que podrá jugar lo que queda de Champions League, ya ha posado con la elástica del Liverpool y podría debutar el lunes 1 de enero en campo del Burnley. Lucirá el número 4 en la espalda y su objetivo no será otro que ofrecer un rendimiento superior al ofrecido en el Southampton, club con el que ha disputado 80 partidos marcando 7 goles desde que llegó en 2015 procedente del Celtic de Glasgow, que se embolsó 15,7 millones de euros por el traspaso.
Más de 80 millones de euros
Dicha cantidad es muy inferior a la que van a pagar los Reds por el internacional neerlandés, ya que el fichaje se ha cerrado por 75 millones de libras (algunos medios hablan de 70 fijos + 5 variableS), que son más de 80 millones de euros al tipo de cambio actual. ¿Qué significa eso? Que es el defensa más caro de la historia del fútbol, ya que supera con creces los 60 millones de euros que pagó el Manchester City para hacerse con los servicios de Kyle Walker el pasado verano.
Van Dijk tiene 26 años y se formó en las canteras del Willem II y el Groningen. Con este último club debutó como profesional antes de dar el salto a la Premier escocesa, en la que firmó dos temporadas muy buenas que le sirvieron para fichar por el Southampton. Ahora afronta el mayor reto de su carrera.