El Atlético de Madrid ha puesto fin al culebrón Vitolo pagando los 36 millones de euros que figuran en su cláusula de rescisión. No son los 50 que iba a firmar con el Sevilla, puesto que el acuerdo tan solo lo rubricaron su padre y su representante, por lo que no es válido y la LFP no va a estudiar ni una sola reclamación de los andaluces.
Indignación en Sevilla
A José Castro, presidente de los hispalenses, se le debe haber quedado cara de poker. Ya veremos cómo actúa en las próximas horas, pero no me extrañaría que saliera a la palestra para criticar la actitud de un jugador que a partir de ahora va a ser persona non grata en el Sánchez Pizjuán.
Fiesta con fecha de caducidad en Las Palmas
El Atlético ha confirmado su llegada a través de un comunicado oficial en el que explica que no se incorporará hasta el 1 de enero de 2018. La sanción de la FIFA les impide disfrutar de su fútbol, motivo por el cual jugará en calidad de cedido en Las Palmas, el club que le traspasó al Sevilla en su día.
Mejor contrato y mejor proyecto deportivo
Vitolo, internacional español de 27 años, está volando hacia Gran Canaria para incorporarse al trabajo cuanto antes. Ya tendrá tiempo de enfundarse la camiseta rojiblanca, puesto que ha firmado hasta el 30 de junio de 2022 a razón de 5 millones de euros por curso. De hecho, ha sido esto lo que más le ha motivado a tomar una decisión como la que ha tomado repentinamente. Eso y la posibilidad de jugar en un club que puede aspirar a cosas más serias que el Sevilla por presupuesto.