La Lazio no fue rival para la Juventus en la final de la Copa de Italia. Los ‘bianconeros’ conquistaron dicho título por duodécima vez en su gloriosa historia, siendo el tercero que levantan de forma consecutiva. Eso sí, no hubo fiesta más allá de la que se vivió sobre el césped, ya que los futbolistas quieren centrarse en lo que les queda para lograr el triplete: el Scudetto y la Champions League.
Una final que duró poco
La final duró 25 minutos. El equipo dirigido por Simone Inzaghi se dejó sorprender por el 3-4-2-1 de Massimiliano Allegri, que si no pasa nada raro será el que veremos en la final de Cardiff.
Los defensas, una vez más, fueron decisivos. Alex Sandro dio las dos asistencias con las que Dani Alves y Leonardo Bonucci vieron puerta antes de la media hora. La final parecía finiquitada y así fue, ya que a la Juventus rara vez se le escapa un partido en el que empieza ganando.
Sus carrileros fueron más prudentes y ayudaron a ese trío de centrales que forman un muro inexpugnable. Los romanos lo intentaron con más corazón que cabeza, creando ocasiones poco peligrosas que no inquietaron al brasileño Neto, que ha sido el portero titular a lo largo de toda la competición.
Próximo objetivo: levantar un nuevo Scudetto
El próximo domingo, en la penúltima jornada de la Serie A, la Juventus puede alzarse con su sexto Scudetto consecutivo el mismo día que el Real Madrid puede ser campeón de LaLiga en Málaga. Para ello les basta con ganar al Crotone u obtener el mismo resultado que la Roma, que visitará el campo del Chievo Verona el sábado.