El Borussia Dortmund tendrá que hacer las cosas muy bien en el partido de vuelta si quiere estar en las semifinales de la Champions League. Ayer, con el susto todavía en el cuerpo por culpa del atentado que dejó fuera de la convocatoria a Marc Bartra, sucumbieron ante un Mónaco que sigue bordándolo. Los del Principado ganaron por 2-3 y lo tienen todo de cara para seguir avanzando en la competición.
El guión esperado
Sabíamos que el partido no iba a terminar con un insulso 0-0. Son dos de los equipos más ofensivos de Europa y el espectáculo y los goles estaban garantizados.
Mbappé no se cansa de marcar goles
El Mónaco dio primero, en el minuto 19. Fue en una jugada muy afortunada, ya que el centro de Thomas Lemar golpeó en las piernas de Kylian Mbappé, que casi sin querer subió el 0-1 al marcador.
Eso pasó después de que Fabinho desperdiciara un penalti cometido sobre Mbappé, que sin duda alguna fue la gran estrella de la noche. El joven lateral derecho brasileño ajustó demasiado su disparo y el esférico se perdió por línea de fondo.
El segundo llegó antes del descanso y una vez más la fortuna volvió a sonreír a los hombres de Leonardo Jardim. Bender, al tratar de despejar un centro muy peligroso, remató en su propia portería y superó a un Roman Bürki que poco pudo hacer para evitar el gol, ya que no esperaba semejante remate de su compañero.
Tras la reanudación el Borussia Dortmund cogió aire y logró recortar distancias por mediación de Ousmane Dembélé, que solo tuvo que empujarla gracias al toque de Shinji Kagawa, que le dejó con todo de cara para marcar.
Sucedió en el minuto 57 y con el 1-2 se llegó a la recta final del partido. Fue entonces cuando Mbappé se plantó solo ante Bürki tras interceptar un mal pase y definió como los cracks.
Kagawa mantuvo vivas las esperanzas ‘borussers’
Parecía que la eliminatoria estaba sentenciada, pero Kagawa le dio algo de emoción haciendo el 2-3 definitivo en una gran acción individual en la que recortó en el área antes de superar a Subasic.