Por primera vez Claudio Ranieri ha hablado de la plantilla a la que dirigió en el Leicester City, club que le destituyó semanas atrás después de la derrota que encajó el equipo en el Sánchez Pizjuán en los octavos de final de la Champions League.
No ha querido cebarse, aunque no todo lo que ha dicho sobre los jugadores ha sido bueno. Eso sí, en su opinión no le hicieron la cama, que es lo que aseguran varios medios de comunicación y algunos aficionados.
No se dejaron la piel
«Quizá no dieron el máximo«. Son las palabras que ha pronunciado para definir el bajón que experimentaron meses después de proclamarse campeones de la Premier League contra todo pronóstico. Solo dieron la talla en Europa y en el campeonato doméstico llegaron a coquetear con los puestos de descenso. Todo hasta que su ayudante, el bueno de Craig Shakespeare, se hizo con las riendas. Con él las cosas van mucho mejor y la salvación está garantizada.
Vive en paz con todo el mundo
Ranieri no le guarda rencor a nadie y dice que todas las cosas que tenía que decir ya las dijo en su día:
Soy una persona leal y seria y no quiero decir nada más. Lo que tenía que decir lo dije cara a cara.
Encantado con las muestras de cariño que recibió
El técnico italiano, que ya tiene 65 años, ha querido agradecer el apoyo que recibió por parte de los aficionados del Leicester, que nunca olvidarán lo que vivieron la temporada pasada. Además, también agradece el cariño de algunos colegas de profesión que mostraron su incredulidad cuando los tailandeses que dirigen el club anunciaron su destitución.
Fue increíble; me llegaron cartas y mensajes de todo el mundo. Cuando ganamos la Premier recibí botellas de champán y de vino, regalos y cartas, pero cuando me echaron tenía la casa llena. Si no consigo responder a todo el mundo: muchas gracias a todos.
¿Cuál será su próximo destino? ¿Tal vez China?