A diferencia de lo que sucedió en 1986 y 2008, Camerún fue capaz de imponerse a Egipto en la gran final de la Copa de África para sumar su quinto título, sucediendo de esta forma a Costa de Marfil.
Los que serán los organizadores de la Copa de África 2019 tuvieron la paciencia necesaria para remontar un partido que se les puso en contra en la primera parte. La racanería de Héctor Cúper, que ha perdido las seis finales que ha disputado a lo largo de su carrera como entrenador, dio alas a los ‘Leones indomables’.
Egipto dio primero
Las cosas no empezaron nada bien para Camerún. Se adelantaron los norteafricanos con un gran gol de Mohamed El Nenny, que recibió de Mohamed Salah libre de marca y engañó al portero con un disparo ajustado al palo corto cuando todo el mundo creía que iba a centrar.
Remontada a tiempo
Eso pasó en el minuto 21 y al descanso se llegó con el 1-0 en el marcador. Sin embargo, las cosas cambiaron por completo tras la reanudación, ya que Nicolas N’Koulou, futbolista del Olympique de Lyon que saltó al terreno de juego en sustitución del lesionado Adolphe Teikeu, puso las tablas en el minuto 59. Su remate de cabeza fue espléndido.
Cuando parecía que la prórroga era inevitable, Camerún dio el zarpazo definitivo, esta vez con un balón largo que fue a parar al pecho de Vincent Aboubakar. El delantero del Besiktas tiró un sombrero de lujo y le pegó sin pensárselo dos veces, superando a Essam El Hadary, que ni siquiera se estiró para evitar el gol.
Así las cosas, la selección del belga Hugo Broos conquistó una nueva Copa de África 15 años de lograr la última. Lo logró con todo merecimiento, si bien es cierto que Egipto también hizo un gran torneo.