Increíble pero cierto. La noticia que nos llega desde Brasil nos ha dejado helados. El Chapecoense ha sido sancionado por no disputar el último partido del Brasileirao, la competición doméstica de Brasil que ha ido a parar a las vitrinas del Palmeiras este año.
El Atlético Mineiro, que tampoco se vistió de corto para disputar el choque, también ha recibido una sanción económica y deportiva por algo que nadie entiende por mucho reglamento que exista.
Vergonzosa sanción
El Código Brasileño de Justicia Deportiva ha dictaminado que ambos clubes deberán pagar una multa de 100.000 reales brasileños (unos 28.000 euros al tipo de cambio actual). Y no solo eso, sino que perderán dos posiciones en la clasificación. A ambos se les ha dado por perdido el partido por 3-0.
Nadie entiende semejante falta de humanidad teniendo en cuenta que el Chapecoense se quedó sin plantilla por culpa del accidente aéreo que acabó con la vida de casi todos los jugadores y buena parte del cuerpo técnico. En situaciones especiales, hay que tomar medidas especiales. El reglamento está para cumplirlo, sí, pero no en todos los casos.
No hay que olvidar que la Conmebol ya se saltó su reglamento al otorgar la Copa Sudamericana al Chapecoense, algo que hizo por petición expresa del Atlético Nacional, equipo colombiano que iba a ser su rival en la gran final.
Artículo recomendado: El Barça invita al Chapecoense al Gamper 2017