Cristiano Ronaldo acabó con su mala racha goleadora el pasado sábado. Lo hizo en Mendizorroza, donde el Alavés llegó a creer en la victoria gracias al gol de Deyverson, que aprovechó un error garrafal de Keylor Navas para hacer el primero de la tarde en el minuto 7.
‘Hat-trick’ de Cristiano
A partir de ese momento apareció el portugués. Igualó la contienda al aprovechar un penalti bastante discutido por unas manos tras un lanzamiento de falta de Gareth Bale. Engañó a Pacheco y lo celebró como suele ser habitual, dando un salto de 180 grados y emitiendo su grito de guerra.
Antes del descanso, en el minuto 33, volvió a ver puerta, y esta vez enviando el balón cerca de la escuadra tras un gran disparo que tocó en un defensor del Alavés antes de terminar alojado en el fondo de las mallas.
El Madrid no exhibió un gran fútbol, pero tiró de pegada para destrozar a los vascos. Buena prueba de ello es el 1-3 que hizo Álvaro Morata, que una vez más vio puerta aprovechando los minutos que le da Zinedine Zidane (¿cuándo será titular?).
El canterano recibió un gran pase de Marcelo y le ganó la espalda a su par. Su definición, un toque de mucha calidad que sirvió para superar a Pacheco, habla de la clase que tiene el por ahora suplente de Karim Benzema.
El partido terminó con otro gol de Cristiano, que se llevó el balón a casa tras una gran combinación con Marcelo en el área rival. CR7 fusiló a placer y recuperó esa sonrisa perdida semanas atrás. Veremos si confirma el cambio de humor en campo del Legia de Varsovia el miércoles.