Lo del interés del Milan por Cesc Fábregas es real. Y debe ser que al catalán no le importaría defender la camiseta del gigante italiano, porque de lo contrario no se habrían movilizado.
Este pasado fin de semana, aprovechando la celebración del Chelsea – Leicester City correspondiente a la Premier League, dos directivos del Milan viajaron hasta Londres para reunirse con Roman Abramovich y sus secuaces, con quienes han empezado a negociar un traspaso que debería cerrarse durante el mercado invernal.
Al Milan le urge
La grave lesión de Riccardo Montolivo ha acelerado los acontecimientos. En principio no había excesiva prisa para hacerse con sus servicios y hasta se especulaba con la posibilidad de negociar durante el próximo verano, pero perder a un veterano de guerra como Montolivo les ha llevado a poner una marcha más.
Problemas de dinero no van a tener porque el Milan pronto recibirá una importante inyección de dinero. Los inversores chinos que se han hecho con su control han entrado prometiendo que habrá mucho dinero para fichar, algo que podríamos comprobar en poco más de dos meses.
Cesc acabará aceptando
Cesc no entra en los planes de Antonio Conte y su deseo es regresar a la selección española, para lo cual es indispensable jugar. Por eso estoy convencido de que al final hará las maletas, y hoy por hoy no hay un club que apueste tanto por él como el Milan.
El proyecto de los italianos debería convencerle si es verdad que van a poner mucho dinero sobre la mesa. De hecho, el equipo está funcionando desde que Vincenzo Montella se hizo con las riendas. Tras 8 jornadas de Serie A, ocupan la tercera posición con 16 puntos, cinco menos que la Juventus, que para no variar sigue en lo más alto de la clasificación y va camino de un nuevo Scudetto.