No hay quedarle más importancia de la que tiene y tampoco hay que sorprenderse. Cristiano Ronaldo, como bien ha apuntado el exfutbolista Mads Timm en su autobiografía, no ha madurado. Lo demuestra casi cada día con acciones como la de hoy, en la que se ha calentando más de la cuenta en un rondo.
Un caño mal encajado
Todo ha ocurrido en un entrenamiento normal y corriente. Danilo le ha tirado un caño y Marcelo lo ha celebrado con efusividad, algo que no tiene nada de malo. De hecho, Cristiano es el primero en celebrar los caños que hace a sus compañeros, que a diferencia de él lo encajan con buena cara.
Cristiano, el egocéntrico, el que no celebra los goles de su equipo a menos que sean suyos, ha intercambiado unas cuantas palabras con Marcelo antes de continuar. Después, cuando ha tenido la oportunidad, ha enviado el balón contra la grada de Valdebebas, justo donde se encuentra situada la prensa.
En vez de disculparse por la niñatada, lo que ha hecho ha sido bromear:
Ya tienes algo para poner luego, ¿eh? Que Cristiano está enfadado. Tienes material para dos días.
El Cristiano de siempre
Como digo, no hay que hacer de esto una montaña, y menos teniendo en cuenta que no es algo nuevo. Sus compañeros y todo el mundo ya sabemos cómo se comporta, excepto esos fans que admiran su egocentrismo y piensan que es un espejo en el que mirarse.