Henrikh Mkhitaryan no está nada acostumbrado a lo que está viviendo en este arranque de temporada en Old Trafford. El mediapunta armenio siempre ha sido titular, desde que empezó a ganarse la vida en el Pyunik de su país hasta que llegó al Borussia Dortmund, club que se hizo con sus servicios asignándole la difícil misión de hacer olvidar a un Mario Götze que acababa de volar con una sonrisa de oreja a oreja rumbo a Múnich, donde no sabía la que le esperaba con Pep Guardiola en el banquillo.
Un fichaje estrella que va camino de estrellado
José Mourinho estaba como loco por fichar a Zlatan Ibrahimovic y Paul Pogba. Eran sus principales objetivos junto a la contratación de un central, que finalmente propició la llegada de Eric Bailly. Sin embargo, también quería tener a un buen mediapunta, puesto que Juan Mata nunca ha sido santo de su devoción.
El elegido fue Mkhitaryan, que decidió hacer las maletas cuando mejor estaba en el Borussia Dortmund. La llegada de Thomas Tuchel al banquillo ‘borusser’ le dio alas y terminó la temporada marcando 23 goles en 52 partidos, un registro buenísimo que le acercó a los números que firmó antes de abandonar el Shakhtar Donetsk, donde destacaba mezclándose con brasileños de la talla de Willian, Luiz Adriano o Alex Teixeira.
En el Manchester United todos estaban convencidos de que merecía la pena pagar 42 millones de euros para traerlo. Sin embargo, ¿de qué sirve pagar tanto por un jugador que va pasar más tiempo en fuera que dentro del campo? Es lo que deben preguntarse ahora mismo los propietarios del club.
Ninguneado en las alineaciones
Con Mourinho solo ha jugado un partido de titular en las cinco jornadas de Premier League que se han disputado. De hecho, fue ese partido el que ha podido acabar con las pocas opciones de éxito que se le atribuían. No dio la talla ante el Manchester City y el técnico portugués se lo cargó ordenando su sustitución al descanso para dar entrada a Ander Herrera.
Lo mismo hizo con Anders Lindegaard, el niño bonito de Louis van Gaal. Envió a los dos a la ducha y no han vuelto a aparecer en sus convocatorias. Se quedaron fuera del duelo ante el Feyenoord en la Europa League y les pasó lo mismo ayer. No se les citó para jugar ante el Watford y se libraron de la tercera derrota consecutiva del equipo, la segunda sin ellos en la lista. Mourinho, tal vez, debería reflexionar.
Puede ser la solución
Al centro del campo del United le falta creatividad. Es un viejo problema que nunca resuelven. Paul Pogba anda más perdido que un pulpo en un garaje y Marouane Fellaini, su fiel acompañante, no es el mayor exponente del fútbol de salón. Así las cosas, a Mourinho no le queda más remedio que recurrir a sus jugones, y eso implica dar protagonismo a un Mkhitaryan que no solo es capaz de crear fútbol de muchos quilates, sino que también tiene la capacidad de sumarse al ataque para finalizar jugadas con mucha facilidad.
Fuera de forma según su agente
Mino Raiola, el representante de Mkhitaryan, está tranquilo porque sabe que acabará jugando. Dice que ahora mismo no está rindiendo a su mejor nivel porque no está en forma, pero está convencido de que será un hombre importante en este nuevo United.