Anécdota tras el último entrenamiento del Barça antes de los dos días de fiesta decretados por Luis Enrique el pasado domingo. A la salida de la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí ocurrió algo inesperado. Luis Suárez y André Gomes, que abandonaban las instalaciones uno detrás de otro en sus respectivos coches, sufrieron un accidente que no tuvo consecuencias negativas para ninguno de los dos, y menos teniendo en cuenta lo sobrados que andan a nivel económico.
Besito entre cochazos
Lo que para algunos habría supuesto una acalorada discusión con parte de por medio, entre ellos se saldó con unas risas. Suárez vio como su compañero le golpeaba por detrás con su Audi Q7, el coche que les presta la firma alemana durante todo el año sin coste alguno. Fue un golpecito sin consecuencias graves para los parachoques de los coches implicados, así que reemprendieron la marcha como si no hubiera pasado nada.
El chico de seguridad que presenció el momento del impacto tampoco pudo evitar la risa, señal inequívoca de que Suárez no se calentó con el despiste de su compañero.