Llegó a sonar como entrenador del Deportivo de La Coruña cuando despidieron a Víctor Sánchez, pero al final se sentará en el banquillo del Granada. Paco Jémez ha aceptado las condiciones de la oferta que le han planteado los andaluces, que con el empresario Jiang Lizhang han ganado en potencial económico. El caso es similar al del Espanyol, que por cierto también sonó como destino del ex del Rayo Vallecano.
Ilusionado con la oportunidad
El de Las Palmas de Gran Canaria está convencido de que puede hacer algo grande. Si ya se las apañó en Vallecas, en Los Cármenes irá sobrado de presupuesto para confeccionar una plantilla que debería salvarse sin pasar demasiados apuros.
Lo que más le gustó es el proyecto deportivo que se traen entre manos. El dinero fue secundario a la hora de negociar, ya que Jémez no es un hombre que priorice esas cuestiones. De ser así no habría durado más que una temporada en el Rayo, uno de los clubes más humildes que han jugado en Primera División en los últimos años.
Totalmente respaldado
A favor de Jémez está el estilo de juego que trata de desplegar en cada partido. Teniendo una plantilla modesta fue capaz de ofrecer un fútbol atractivo que acaparó piropos en toda España. Nunca le ha importado jugar ante un equipo superior porque eso no modifica su filosofía.
Eso gusta en Granada, como también gusta que sea una persona muy trabajadora. Saben que se va a dejar la vida por el equipo y eso da mucha tranquilidad. Es de los que se dejan la piel en los entrenamientos y en los partidos para que las cosas salgan bien, muy al estilo Unai Emery, para que nos hagamos una idea.