Se había hablado mucho de Quique Sánchez Flores. Desde que dejó el Watford, diversas fuentes le situaron como candidato número uno para sustituir a Constantin Galca en el banquillo del Espanyol. Sin embargo, la inminente marcha de Unai Emery al PSG ha servido para fabricar rumores que le veían entrenando al Sevilla, algo que finalmente no va a ocurrir.
Un proyecto ganador
El técnico madrileño regresa a la liga española tras curtirse en el Watford, donde no le ha ido nada mal. Ahora le toca cambiar el chip y dar lo mejor de sí mismo para liderar el nuevo proyecto deportivo de un club que ha caído en manos chinas. Chen Yansheng, el presidente, cree que es el hombre indicado para llevar al Espanyol a puestos de Champions League en su tercera temporada, por lo que se han planteado un ambicioso objetivo que nos hace pensar que habrá muchos fichajes este verano.
Hasta el 30 de junio de 2019 tendrá margen. Le han dicho que serán pacientes y que no esperarán grandes resultados en su primera temporada, aunque esperan ver a un equipo capaz de dar la cara como no lo hizo en la temporada que terminó semanas atrás. No quieren que se repitan goleadas y esperan que la regularidad sea la nota predominante.
Acompañado de los suyos para hacer algo grande
Quique llega acompañado por sus ayudantes habituales: Alberto Giraldez (segundo entrenador), Óscar García (preparador físico) y Antonio Díaz (encargado de hacer los informes). Tendrá a su disposición una maquinaria que toma como ejemplo lo que ha sido capaz de logar el Leicester City, que también cayó en manos de un multimillonario asiático y que ha sido capaz de superar las previsiones más optimistas en un tiempo récord.