Michael Carrick ha decidido extender su contrato una temporada más después de recibir una llamada muy especial. José Mourinho interrumpió sus vacaciones para proponerle una renovación que no estaba nada clara. A sus 34 años, y habiendo dejado de ser un futbolista indispensable, no estaba nada clara la continuidad del inglés más allá de la FA Cup que ganaron derrotando al Crystal Palace en la final.
Van Gaal no le consideraba imprescindible
Se había especulado con su regreso al West Ham de Slaven Bilic. Estaba pendiente de la decisión de Ed Woodward, que finalmente se cargó a Louis van Gaal para iniciar una nueva etapa que no les va salir nada barata, pero que va a servir para recuperar los ánimos de un público que se ha desacostumbrado a ganar desde que Sir Alex Ferguson decidió abandonar los banquillos para siempre.
Mourinho le ha dicho que será una pieza clave en su plantilla. Lo será porque le ha garantizado un buen número de partidos, pero lo que más debe interesarle es su experiencia. No quiere que la revolución sea total y es por ello que va a confiar en jugadores veteranos como ya ha hecho en otros clubes por los que ha pasado. Quiere paz, tranquilidad y buen rollo en el vestuario. No quiere que le suceda lo mismo que en el Chelsea, donde supuestamente se organizó un complot para que Roman Abramovich se lo cargara.
Media vida como «diablo rojo»
Carrick lleva 10 años en el club y es todo un símbolo de la afición. Ha disputado 421 partidos y ha marcado 23 goles. No pasará a la historia por ser uno de los mejores futbolistas que han vestido la camiseta del Manchester United, pero su compromiso está fuera de duda. Además, entre otros títulos, ha ganado cinco veces la Premier League y también posee una Champions League, la que conquistaron en Moscú derrotando al Chelsea en la tanda de penaltis.