Lo que sucedió en la final de Copa no estaba en ningún guión. Se podían escribir muchos, pero ninguno pronosticaba lo que sucedió sobre el césped del Vicente Calderón.
El Barça se proclamó campeón, como casi siempre, pero tuvo que superar varias adversidades para imponerse a un Sevilla que plantó cara hasta el final. Los de Unai Emery no se conformaron con ganar la Europa League y trataron de dar una alegría mayúscula a su afición. El doblete, sin embargo, estaba reservado para un equipo que seguirá siendo favorito en todas las competiciones mientras cuente con el talento y la magia de Leo Messi.
Mascherano se fue a la ducha muy pronto
El partido se le puso bien al Sevilla cuando Javier Mascherano vio la roja directa por un claro agarrón a Kevin Gameiro. El argentino era el último defensa del Barça y el francés ya estaba con la caña preparada para batir a un Marc-André ter Stegen que estuvo perfecto.
Del Cerro Grande no se lo pensó y se sacó la cartulina roja del bolsillo. Mascherano aceptó la decisión y se fue al vestuario cabizbajo. Todo ello mientras Éver Banega mimaba y colocaba el balón en la frontal del área para preparar un disparo que estuvo a punto de colarse por la escuadra. Ter Stegen lo evitó sacando una manopla prodigiosa para enviar el esférico a córner.
El Sevilla lo intentó, pero no pudo
Eso pasó en el minuto 35 y a los culés les tocó sufrir. Andrés Iniesta se convirtió en el comandante y el Sevilla achuchó todo lo que pudo, pero no estuvo especialmente fino en los últimos metros. En parte porque casi siempre se toparon con Gerard Piqué, que firmó uno de sus mejores partidos de la temporada.
Tras el descanso más de lo mismo. El Barça aguantó y hasta tuvo alguna ocasión, mientras que el Sevilla llegaba con poco peligro teniendo en cuenta que jugaba con un hombre más. La más clara la tuvo Grzegorz Krychowiak, pero su disparo fue despejado por Sergio Busquets cuando los sevillistas ya empezaban a celebrar el gol.
Expulsión de Banega y momentazo Messi
Así las cosas, y cuando parecía que nada iba a cambiar hasta la prórroga, Del Cerro Grande expulsó a Banega por una clara entrada a Neymar. También era el último, así que aplicó el mismo criterio para cargarse a otro argentino. Y no a un argentino cualquiera, ya que estaba siendo el jefe del Sevilla.
El hecho de jugar 10 contra 10 animó al Barça, que se fue arriba con más atrevimiento y encontró el 1-0 en el minuto 97. Messi vio la carrera de Jordi Alba a la espalda de Neymar, que se había movido para recibir, y se la puso en las mejores condiciones posibles para que «solo» tuviera que poner el interior de su bota izquierda cruzándola ante la salida de un Sergio Rico que hizo lo que pudo.
La alegría azulgrana se multiplicó por dos cuando llegó el 2-0 definitivo con un Sevilla roto que buscaba el empate a la desesperada y con 9 (Carriço también fue expulsado). Fue en el tiempo de descuento de la prórroga. Messi vio el desmarque de Neymar dentro del área y se la dio en el momento exacto para que el resto fuera coser y cantar.
Rey de Copas
Es el vigésimo octavo título de Copa del Rey que conquista el Barça a lo largo de su historia. Eso le sirve para ampliar su ventaja respecto al resto de equipos en el palmarés de la competición. El Athletic de Bilbao es segundo con 23 y el Real Madrid es tercero con 19.