¡Fiasco total! El Manchester United no da ni una con los fichajes, y el pasado verano ha sido el mejor ejemplo. Futbolistas como Matteo Darmian o Bastian Schweinsteiger no han dado lo que se esperaba de ellos, pero el caso más preocupante es el de Memphis Depay.
El joven mediapunta holandés de 22 años aterrizó en Old Trafford tras una gran temporada en el PSV. Costó 34 millones de euros y más de uno pronosticó que sería una cantidad ridícula para todo lo que iba a ofrecer. Sin embargo, no solo no ha estado a la altura futbolísticamente hablando, sino que Louis van Gaal se ha cansado de sus tonterías y le ha hecho jugar con el equipo reserva en alguna ocasión.
Sus pies no están en el suelo
Su comportamiento lejos de los terrenos de juego ha disgustado a los aficionados. En Inglaterra se valora mucho la profesionalidad, algo que han demostrado en estos últimos años jugadores como Frank Lampard, Steven Gerrard o John Terry.
Depay, lejos de comportarse como un chico que quiere aprender para aprovechar la oportunidad de su vida, se ha dejado llevar por su elevada ficha salarial y poco le ha preocupado su aportación al equipo. Y no solo eso, sino que tuvo la poca vista de presumir de Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé (el de la imagen) valorado en unos 300.000 euros después de perder un partido jugando de forma desastrosa.
No será tan fácil deshacerse de él
Es solo una de las anécdotas que ha cabreado a sus superiores. En el club no quieren saber nada más de él y le han colgado el cartel de transferible. Lo malo es que les va a costar mucho encontrar a un equipo que esté dispuesto a pagar más de 30 kilos, que imagino que es lo que pedirán a cambio para recuperar la inversión.
En España, tal vez el Valencia o el Atlético de Madrid podrían entrar en la puja. Con el Cholo Simeone se le acabarían todas las tonterías de golpe.