Al Manchester United le va a costar mucho pasar página para olvidar la derrota de anoche en Anfield. El Liverpool fue muy superior y tuvo ocasiones más que suficientes como para golear, pero David de Gea estuvo inspirado y mantuvo a los suyos en pie y con posibilidades de clasificarse si hacen las cosas muy bien en el partido de vuelta.
La satisfacción de Klopp
Jürgen Klopp no podía ocultar su satisfacción tras el triunfo. Es de los que celebran las victorias por todo lo alto, aunque también envió un mensaje de prudencia a sabiendas de que cualquier cosa podría pasar en Old Trafford dentro de siete días.
Fueron superiores, es verdad, pero tampoco se puede decir que el fútbol que desplegaron fue de otra galaxia. Más bien aprovecharon las miserias del United, un equipo que aburre a cualquiera y que no acaba de encadenar una racha de victorias lo suficientemente amplia como para aspirar a ganar algo.
Sturridge y Firmino fueron los goleadores
Daniel Sturridge hizo el primero de la noche tras un penalti cometido por Memphis Depay. De Gea estuvo a punto de desviar el balón, pero finalmente le superó. Lo que no le superó fue un remate con el que el Liverpool se iba a ir con dos goles de ventaja al descanso. Philippe Coutinho la tuvo a huevo para marcar a portería vacía, pero el ex del Atlético llegó a tiempo para evitar el gol al más puro estilo Iker Casillas en aquella mítica de Diego Perotti en el Sánchez Pizjuán.
La segunda parte fue más de lo mismo. El Liverpool intensificó su asedio y el Manchester United apenas fue capaz de crear ocasiones claras. De Gea respondió a todas con nota, pero no pudo hacer nada para evitar el 2-0 de Roberto Firmino, que remató a placer gracias a la pasividad de los defensas visitantes.
Cualquier cosa puede pasar en el partido de vuelta, pero me temo que el United no está para remontadas esta temporada. Veo al Liverpool con pie y medio en los cuartos de final de la Europa League.