Los aficionados del Real Madrid se fueron a dormir tranquilos visto lo visto anoche en el Olímpico de Roma. Los de Zinedine Zidane despertaron muchas dudas, especialmente en la primera mitad, pero fueron capaces de dejar encarrilada la eliminatoria gracias a los goles de Cristiano Ronaldo y Jesé.
El portugués respondió a los más críticos desde el césped, que es donde un futbolista debe hablar. Abrió la lata y participó en varias jugadas que pudieron terminar el gol. Fue el CR7 al que estábamos acostumbrados, el que marca las diferencias.
A la Roma le faltaron recursos
La Roma demostró ser un equipo que no está capacitado para ganar esta Champions League. Ya se vio en la fase de grupos, donde lograron la clasificación por los pelos y pasando apuros ante el BATE Borisov, así que tampoco debería sorprendernos lo de ayer.
Cristiano se lo pasó bien
Parecía que los blancos no eran capaces de dar dos pases seguidos y el 0-0 cobraba fuerza. Todo hasta que apareció Cristiano para poner el 0-1 en el marcador en el minuto 57. Recibió un buen pase de Marcelo que le permitió correr la banda izquierda y recortó con un taconazo hacia el centro para ganar ángulo. Acto seguido se sacó un zapatazo de la chistera, que encima golpeó en Florenzi para despistar a un Wojciech Szczesny que no estuvo demasiado lejos de despejar el balón.
Jesé dejó la eliminatoria a punto de caramelo
Los minutos pasaban y tanto la Roma como el Madrid gozaron de ocasiones claras para mover el marcador. Los italianos protestaron con razón un penalti de Dani Carvajal, mientras que Jesé entró en escena a cinco minutos para el final en una de esas jugadas en las que te dicen: «¡tú solo!». El canterano encaró a su par y fue ganando metros hasta plantarse en el área. Fue entonces cuando armó su pierna derecha y la clavó con un disparo cruzado que entró muy cerca de la cepa del poste derecho.
El partido de vuelta no debería ser un dolor de cabeza para el Madrid, que sin embargo no puede confiarse. La Roma tiene jugadores de calidad y no hay que descartar que puedan da la sorpresa, aunque lo más normal es que pierdan en el Bernabéu.