El Barça ya está en la final de la Copa del Rey como todos podíamos imaginar tras el 7-0 de la ida. Luis Enrique optó por suplentes y canteranos para afrontar el partido de vuelta y las cosas no fueron mal. Amplió el récord de partidos seguidos sin perder (ya van 29, uno más que Pep Guardiola) y se fue de Mestalla satisfecho con el trabajo de los suyos. ¿El resultado final? 1-1.
Mestalla fue un desierto
Gary Neville se mostró contento con los suyos, especialmente con los más jóvenes. Pese a ello, a Mestalla solo acudieron poco más de 16.000 espectadores, una situación que el técnico inglés cree que no se volverá a repetir este fin de semana, que es cuando reciben la visita de un Espanyol que llega tan necesitado como ellos.
Negredo vio puerta con fortuna
Álvaro Negredo adelantó a los locales en el minuto 39. Se quedó solo ante Marc-André ter Stegen y definió mal, pero tuvo suerte con el rechace y aprovechó la segunda oportunidad para enviar el balón al fondo de las mallas. Marc Bartra se lanzó a por todas para evitarlo, pero el defensa catalán llegó demasiado tarde.
Fue la única noticia de una primera parte aburrida, con pocas ocasiones de gol y con la sensación de que no era el partido de vuelta de unas semifinales de la Copa del Rey. Faltaba tensión, algo lógico teniendo en cuenta lo que pasó en Barcelona y lo vacío que estaba Mestalla.
Kaptoum hizo el 1-1 definitivo
De la segunda mitad lo más positivo fue la asociación entre Cámara y Kaptoum, que acabó con el gol del africano en el minuto 84. Eso sí, nos quedamos con las ganas de ver el debut de Carles Aleñá, un joven talento de La Masia (seguramente el más prometedor del momento) que a sus 18 años ya parece estar preparado para tontear con la primera plantilla. Entre otros detalles, nos deleitó con un golazo en la UEFA Youth League ante la Roma.